La OCDE fue creada en la posguerra con el objetivo de reconstruir los países europeos a través de la cooperación entre sus miembros, recibiendo ayuda especialmente de E.E.U.U.
En la actualidad, tiene como principal objetivo construir políticas en busca del bienestar social, dedicándose al desarrollo económico a través de la cooperación entre sus países miembros.
Desde hace algunos años, la organización debate la creación de un impuesto mínimo mundial para las grandes empresas. El debate cobró aún más fuerza tras la elección del presidente estadounidense Joe Biden.
El objetivo del impuesto, estimado en un 15% sobre los beneficios de las grandes empresas, es disuadir a estas entidades de llevarse sus beneficios a países de baja tributación donde pagarían menos impuestos o ninguno.
Esta práctica adoptada por las grandes multinacionales genera una gran pérdida de ingresos fiscales, tanto en las jurisdicciones donde están constituidas como donde se originan sus beneficios.
En otras palabras, la intención de la OCDE con este planteamiento es crear un impuesto de sociedades mínimo que sea respetado por todas las jurisdicciones. Así, las mismas grandes multinacionales no obtendrían ventajas transfiriendo beneficios a jurisdicciones fiscalmente favorecidas, lo que fomentaría un entorno fiscal mundial más estable.
El tipo del 15% sólo se aplicaría a las empresas con unos ingresos anuales superiores a 750 millones de euros.
Según los especialistas, la adhesión al impuesto creado por la Organización también supondría un estímulo para las inversiones en infraestructuras, educación y otras áreas estratégicas en las jurisdicciones en las que las empresas están constituidas. Además, esta medida proporcionaría una mayor seguridad jurídica en relación con la fiscalidad global, ya que reduciría la variación de la tributación entre las distintas jurisdicciones.
En cuanto a los países participantes, la OCDE informó de que, de los ciento cuarenta países presentes en las negociaciones, sólo cuatro no se han adherido al acuerdo: Kenia, Nigeria, Pakistán y Sri Lanka. Además, los países con tributación favorecida también tienden a resistirse.
En el caso de los países que no se adhieran al acuerdo, puede haber una imposición restante por parte de los países adheridos, de modo que se produzca un pago equivalente al porcentaje no pagado en esos países. En otras palabras, si una empresa multinacional paga impuestos equivalentes al 5% allí donde obtiene beneficios, el país donde la empresa tiene su sede puede recaudar el otro 10%, por ejemplo.
Implementación
En febrero, la OCDE publicó unas orientaciones para los países adherentes con el fin de ayudarles a aplicar el nuevo impuesto global de sociedades del 15%, como el ámbito de aplicación, el funcionamiento y los elementos transitorios.
La versión revisada de las directrices se publicará a finales de 2023.
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Publicado el 15 de mayo de 2023